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martes, 19 de abril de 2011

Central de Fukushima.

La central nuclear de Fukushima no consigue levantar cabeza. La grave situación, tanto en la central como en las zonas colindantes, lejos de mejorar, es cada vez más extrema. La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton ha certificado que se trata de "una crisis multidimensional con un alcance sin precedentes".


Gran parte del comercio nipón, la imagen del país y las relaciones internacionales están gravemente dañados. Lo peor de esta calamidad es que no existe una solución a corto plazo. Hoy Tepco ha hecho público un calendario acerca de la gestión de la crisis estimando que se necesitarán entre seis y nueve meses más para conseguir la "parada fría" de los reactores.
PRESIÓN DEL GOBIERNO

Cuando el 11 de marzo el terremoto devastó Japón, los cálculos de la empresa operadora de la central estimaron que en cuestión de días Japón llevaría las líneas eléctricas a la planta para recuperar la refrigeración. Más de un mes después, los argumentos se han venido abajo y el calendario recién publicado confirma que la crisis permanecerá al menos seis meses más.

Naoto Kan, presionado por la oposición, había pedido a Tepco un calendario definitivo que diese datos acerca del alcance la situación, que mantiene a miles de ciudadanos alejados de su vida cotidiana. Los máximos directivos de Tepco, han comparecido hoy para explicar su previsión. El presidente, Tsunehisa Katsumata ha detallado la actuación que llevará a cabo la eléctrica. Ha explicado que el plan tiene dos fases: la primera, de unos tres meses, intenta reducir al mínimo el vertido radiactivo. La segunda, de entre tres y seis meses, en llevar a parada fría los reactores, cuando no hay posibilidad de que se funda el núcleo.

 
"Hacemos todo lo que podemos para evitar que la crisis empeore", ha declarado Katsumata, que por otra parte, ha anunciado que estaba pensando en dimitir al sentirse responsable del estado de la central.
PRIORIDADES

Las primeras operaciones irán destinadas a evitar que se produzcan nuevas explosiones de hidrógeno, para lo que Tepco seguirá introduciendo nitrógeno en los reactores 1 y 3. En el reactor 2 se tratará de limitar el vertido de agua radiactiva. "Buena parte de la contención está dañada y cuanta más agua inyectemos para refrigerar, más saldrá (ya radiactiva) al medio ambiente. Así que hay que buscar un equilibrio", han explicado sus responsables en rueda de prensa.

La eléctrica quiere instalar un sistema de intercambio de calor que permita reutilizar como refrigerante el agua radiactiva que actualmente se escapa del núcleo de los reactores. Y hasta entonces pretende almacenar de forma segura decenas de miles de toneladas de agua radiactiva. Tratar esa cantidad como residuo será otra dificultad, pues los residuos radiactivos hasta ahora eran sólidos.
 
A Tepco le espera una ardua tarea para poder conseguir la "parada fría", ya que primero debe desmantelar cuatro reactores dañados, una operación sin precedentes en la industria nuclear.

Lo que no está nada claro, y ni Tepco ni el Gobierno japonés ha detallado, es cuándo podrán volver a sus casas los pueblos desalojados en un radio de 40 kilómetros. "Sentimos mucho su situación pero esa decisión depende del Gobierno", ha contestado Katsumata a los periodistas. El ministro de Economía, Banri Kaieda, sí ha confiado en que algunos comiencen a volver a sus casas después de esos nueve meses.

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