Si Uma Thurman en Pulp Fiction convencía a Travolta para gastarse 5 dólares en un 'milk shake'... es que los batidos tienen 'algo'. Una bebida deliciosa, refrescante y versátil (echándole imaginación a los ingredientes) cuyos orígenes se remontan hasta hace poco más de un siglo, gracias al desarrollo de electrodomésticos (refrigeración y batidoras eléctricas) que facilitan su preparación. ¿Te apetece un batido para merendar o un postre sorpresa para cualquier día de la semana? ¡Apúntate alguna de estas ideas!
Uno calentito
Aunque normalmente suelen servirse bien fresquitos, también existe una variante para las tardes invernales. Necesitas tres huevos, canela, vainilla y azúcar al gusto, medio litro de leche, un cuarto de nata y para los más atrevidos, una copita pequeña de coñac o de ron.
Versión rápida
Echamos todos los ingredientes a la batidora excepto la leche. Lo batimos hasta que la mezcla esté muy crecida. Después le añadimos leche hirviendo. Lo servimos, y ya tenemos un buen sustituto del chocolate caliente.
O a la vieja usanza
Batimos las claras al punto de nieve, le agregamos después las yemas y el azúcar. Luego batimos la nata hasta que espese (cuidado no se nos convierta en manteca). Lo mezclamos todo bien y le echamos leche hirviendo.
¡Viva la fruta!
Preparamos dos vasos de leche, medio kilo de melocotones (pueden ser en almíbar), cuatro huevos, tres plátanos, un cuarto de kilo de nueces, o si nos gustan más las almendras, 200 gr. de éstas, y un cuarto de kilo de cerezas o fresas. ¡Ah! Y azúcar como gustemos.
Batir y adornar
Lo ponemos todo junto en la batidora, y nos reservamos unas cerezas y unas rajitas de melocotón para adornar. Podemos añadir nata montada y algún 'topping', como virutas de colores, para convencer a los peques de que la fruta también está muy rica.
Versión cítrica
Medio litro de zumo de naranja (natural, ¡mejor que mejor!), medio litro de limón (ídem), un vaso de agua (lleno algo más de la mitad), una taza de nata, y miel (o azúcar) según nos pida nuestro paladar. Batir hasta que quede perfecto.
El milkshake de Uma
El más básico pero también el que menos solemos encontrar en bares y restaurantes. Preparamos un litro de leche, seis yemas de huevo, dos galletas tostadas (los más dulzones pueden jugar con las que llevan trocitos de chocolate), azúcar o miel y un buen tazón de nata.
Trucos para rematar
Mezclamos todos los ingredientes en la batidora y podemos agregarle canela, vainilla, chocolate o café, si no nos gusta tan 'blanquito'.
Para atrevidos
Una alternativa al cocktail o al combinado es este batido con nombre de río, el Mississippi. Arremángate cual barman y prepara seis huevos, diez cucharadas de azúcar, una copita de whisky, un cuarto de litro de nata y tres cuartos de leche.
Método tradicional
Batimos la nata (¡sin que se torne en mantequilla!). Hacemos lo mismo con las claras, hasta el punto de nieve, y las mezclamos con la nata. Después batimos muy bien las yemas y las añadimos a la mezcla anterior. Diluimos el azúcar en un poquito de leche caliente, la dejamos enfriar y la mezclamos con el whisky, para después echarlo junto a todo lo demás.
El toque final
Lo servimos todo muy fresquito en una copa con cuchara. Si lo deseamos, podemos espolvorear bien machacadas almendras, avellanas, piñones o nueces.
1 comentario:
Wow... la verdad es que dan mucho de sí, además están riquísimos y nos lo pones de tal manera que quien no se resite....
Genial!
Bss
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